Un paseo a pie por el laberinto de calles, callejuelas y escaleras del interior algarvio es la mejor forma de conocer esta zona de la región. Piérdase también en la inmensidad de la franja litoral, teniendo como fondo las más bellas playas de Europa, donde se avistan los recortes de las rocas y acantilados de las sombras que dejan en la arena.
Después del encanto del paisaje, los aromas y sabores de la cocina tradicional algarvia. Menú confeccionado con pescado y marisco, como la caldeirada de pescado o la cataplana de almejas, o con toda la tradición de la comida de la sierra, como los cocidos de legumbres y coles.